Perlas
Nunca pasan de moda, siempre están entre nosotros. Nuestras abuelas las llevaban, nuestras madres también. Durante siglos, las perlas han sido un símbolo de la belleza y la pureza. Hoy en día, se consideran a la vez un elemento clásico y contemporáneo, por lo que se adaptan a todos los estilos.
Pero ¿Qué sabemos de las perlas?
Las perlas, también conocidas como las gemas del mar, son esferas de nácar, que se forman en el interior de ciertos moluscos.
Para que esto ocurra es necesario introducir una sustancia ajena en el interior de la concha y esta como método de protección la irá cubriendo con nácar. Transcurridos varios años, se habrá formado una perla que, si es perfecta en su color, iridiscencia, lustre, textura y forma, alcanzará un altísimo valor.
El nácar que recubre a las perlas presenta un efecto especial, debido a la interacción de la luz en las diversas capas. Este efecto se denomina “oriente” y junto a sus otras características marcarán la belleza y calidad de la perla.
Por su formación dentro de la concha y su aspecto podemos distinguir básicamente tres tipos de perlas:
- Perla Quiste: La que se origina en el saco perlífero y que tiene un aspecto redondeado, ovoide o en forma de pera, presentando su superficie totalmente recubierta de nácar.
- Perla Blister: La que crece adherida a la cara interna de la concha, con aspecto de media esfera, y nacarada únicamente en su parte superior. En perlas cultivadas se utiliza el término perla Mabe que es una perla blister producida por la ostra Pteria Penguin, y de la que solo se utiliza la capa de cultivo (muy fina), ensamblada a un núcleo nuevo.
- Perla Barroca: Aquellas quiste que presentan forma irregular.
¿Curioso verdad?