Hola de nuevo a todos, tras esta maravillosa semana.
Este blog va a ir dedicado a toda la gente que nos contesta y nos cuenta sus experiencias y a todos los que nos habéis visitado en la nueva tienda de Bilbao, y por qué no, a todos los que ya sois clientes de cualquiera de nuestras tiendas.
Deciros que mi compañera de Bilbao os agradece a todos el genial recibimiento que le habéis hecho allí y la perfecta acogida que le habéis brindado.
Por otro lado agradeceros la confianza que día a día depositáis en nosotros y por las experiencias y vivencias que nos dais todos los días.
Bueno, después de esta ronda de agradecimientos, vamos a pasar a la parte que se os encanta de nuestro blog, nuestras anécdotas.
Esta vez os voy a contar una que ha pasado esta semana en la inauguración de la tienda de Bilbao. Como sabéis nosotros somos una compra-venta y empeño de joyería. Pues bien, en la inauguración de Bilbao, muchísima gente pensaba que ya nos habíamos pasado directa y exclusivamente a la venta de joyería. Por lo que me comenta mi compañera, tuvo que explicar a mucha gente en qué trataba nuestro negocio, no porque la gente no conozca las compra ventas de oro, sino por la estética de la tienda.
Muchos ya sabéis que nuestras tiendas de un tiempo hacia aquí han cambiado su estética para parecer más una joyería, por lo que al ser clientes nuestros ya sabéis cuál es nuestro negocio. Sin embargo, en Bilbao, la gente está más acostumbrada a negocios de únicamente compro oro, por lo que les sorprendió, y he de decir gratamente, la estética de la nueva tienda. Y es que lectores míos de eso se trata, de que entréis a nuestras tiendas como entráis en la joyería del barrio de toda la vida, de que confiéis en nosotros tanto o más que en ellos y de que el negocio de la compra-venta y empeño de oro se convierta en un negocio tan común como una pescadería.
Bueno, pues resulta que se acercó una señora de unos 75 años a nuestra tienda en Bilbao, y entró preguntando por un colgante para regalarle a su nieta por la comunión. Al enseñarle el amplio surtido que tenemos, la señora eligió uno, y la sorpresa llegó a la hora de darle el precio de venta. La señora asombrada preguntó a mi compañera, a ver si no era oro de 18 kt, mi compañera sorprendida le dijo que claro que lo era y le preguntó el porqué de la duda y la señora le dijo que había estado mirando en varias joyerías y que el precio era hasta 5-6 veces más barato, que por eso pensaba que no era oro. Claro, ahora mi compañera lo comprendió todo, la señora se había pensado que entraba en una joyería a la antigua usanza y no en una compra-venta de oro. Tras explicarle a la señora todo, la mujer seguía estando sorprendida, porque ella tenía la imagen de este tipo de negocios de algo oscuro.
Bueno, pues esa señora por supuesto que se acabó llevando el colgante, y seguro que volverá a la tienda, como muchos de vosotr@s habéis hecho.
Por eso y por mucho más os agradecemos a todos que seáis nuestros clientes, y esperamos que sigáis siendo nuestros lectores.