La perla cultivada se forma de una manera muy similar a una perla natural. La diferencia reside en que las perlas cultivadas crecen en moluscos criados específicamente para su cultivo, y son creados gracias a la raza humana.
Existen dos principales familias de perlas cultivadas: las perlas cultivadas nucleadas de abalorios y las perlas cultivadas nucleadas de tejido (sin abalorios).
El Origen
Las perlas cultivadas de agua dulce se inventaron a principios del siglo XX debido a que las existencias de perlas naturales habían resultado exterminadas debido a la sobre explotación y a la contaminación.
Las perlas cultivadas muestran prácticamente toda la gama de colores, desde el rosa claro al azul oscuro. Todas poseen un brillo perlado y algunas muestran lo que se conoce como “oriente” que es un brillo iridiscente.
Curiosidades sobre las perlas
Cleopatra trituraba sus pendientes de perlas y los disolvía en vino, bebiéndose la poción con el fin de proteger Egipto.
Solamente la nobleza y la realeza portaban perlas, y los caballeros de la Edad Media las llevaban en las batallas para protegerse contra los daños que pudieran sufrir.
Los antiguos griegos creían que una perla se formaba al tocar la luz el océano y según otra leyenda, las perlas eran las lágrimas de los ángeles.
Cuidados y limpieza
- Hay que mantenerlas alejadas de ácidos y disolventes.
- En caso de utilizar maquillaje hazlo antes de ponerte encima tus perlas cultivadas.
- Evita la limpieza por ultrasonidos y las altas temperaturas.
- Límpialas con un paño muy suave que haya sido previamente humedecido en agua.
- No expongas las perlas cultivadas de agua dulce teñidas a una luz solar fuerte