¿Os suena el título del blog, verdad? No se vosotros pero yo, estoy ya un poco harta de escuchar a los políticos que ya estamos saliendo de la crisis, y que la recuperación ya ha llegado. Pues será en sus bolsillos, porque lo que es a nosotros (y me permito el generalizar) seguimos igual e incluso peor.
Os preguntaréis ¿por qué lo digo con tanta rotundidad? Pues por algo muy sencillo. En SilverGold trabajamos con la venta recuperable, donde vosotros (nuestros clientes) podéis dejarnos vuestras joyas, sacaros un dinerillo y encima no las perdéis, porque las podéis recuperar con un precio de re-compra ya pactado. Y este tipo de operaciones han aumentado exponencialmente con la crisis. Entonces, si se supone que estamos saliendo, ¿por qué cada día acude más gente a preguntarme en qué consiste la venta recuperable? Está claro que la gente no lo hace por gusto o por darse un capricho, como puede ser el que nos vende una joya o sus piezas sueltas por no tirar de sus ahorros.
La verdad es que cada día me contáis nuevas historias y vivencias que hacen que una os acabe queriendo, pero bueno, ya sabéis que esto no es una ONG y que el precio del oro lo marca la bolsa y no yo.
Bueno, vamos a quitar un poco de hierro al asunto, os voy a contar una pequeña historia de algo que me pasó, no como dependienta de una compra venta de oro, sino como clienta. Hace cosa de 3 años, me quería dar un capricho, y no paraba de oír por todos lados que el oro estaba muy alto, y que se estaba pagando muy bien. Pues bien, como tenía unas piezas por casa que estaban desparejadas y que ya no usaba, me decidí a venderlas. Cogí una mañana que tenía libre y entré a una compra-venta que había en mi barrio. Pues bien, según abrí la puerta la volví a cerrar, era el sitio más oscuro al que había entrado, y me sentía como que iba a cometer un delito al entrar ahí.
Salí del barrio y me dirigí a una compra-venta de la que me habían hablado muy bien, y la verdad que la chica que estaba fue muy profesional, me sentí a gusto y en ningún momento parecía que estuviera haciendo algo malo. Al final le vendí mis piezas a aquella chica, no porque fuera la que más me pagara, sino porque me dio un trato excepcional y me hizo sentirme como si estuviera en la pescadería, es decir en una tienda más.
¿Con esto qué quiero contaros? Pues algo muy sencillo: que vender-comprar o dejar en venta recuperable vuestro oro no es ningún delito y que aunque aquí en España es algo que lleva poco tiempo instaurado, en otros países es algo normal. Pero que igual que vamos a la misma cafetería todos los días, porque nos gusta el café y porque según entramos por la puerta nos saludan por nuestro nombre y no tenemos ni que pedir porque ya saben lo que consumimos, o a la misma panadería, en SilverGold intentamos daros esa sensación de familia, de cordialidad y de normalidad.
Un saludo a tod@s y hasta la semana que viene.