Hola de nuevo a tod@s, aquí me tenéis una semana más, contándoos mis anécdotas y vivencias en el mundo del compro oro.
Como todos sabéis y habéis podido disfrutar estos días atrás han sido festivos, pues bien, los días antes de fiesta en este tipo de tiendas suele haber bastante trabajo, porque la gente quiere tener dinero para las mini vacaciones y además no tirar en exceso de sus ahorrillos. Y ahora, que toca el regreso también se necesita dinerito para poder llegar a fin de mes.
Pues bien, aquí estamos los de SilverGold, para poder ofreceros una nueva forma de conseguir dinero sin grandes sacrificios. Y para facilitaros aún más las cosas, esta semana ¡hemos inaugurado una nueva tienda en Bilbao! Ya sé que hemos estado con anterioridad allí pero no es lo mismo, ahora estamos más céntricos y accesibles para todos vosotros.
No os podéis ni imaginar lo que supone la apertura de una nueva tienda de este tipo, como os comenté anteriormente este tipo de tiendas llevan tanta seguridad como una joyería (ya que es lo que somos) y un poco más. Y entre certificados, inspecciones… una acaba loca, pero bueno, ya por fin hemos podido abrir.
Así que en próximas semanas espero poder contaros anécdotas de cosas que le hayan sucedido a mi compañera con vosotros. Así que ya sabéis, a pasaros por la tienda y a dar mucha fuerza y ánimos a mi compañera.
Bueno y ya llegó el momento que todos esperabais, la anécdota de la semana. Esta vez va a ir relacionado con las aventuras, es algo que no me ha pasado a mí sino a una de mis compis con un cliente, que la verdad da envidia con la forma de ver la vida que tiene. Este caballero vino un día a una de las tiendas a ver que le dábamos por unas cuantas cosas, y sin nadie preguntarle nada empezó a contar que quería el dinero para irse de vacaciones con su mujer. El hombre quería recorrerse toda Andalucía, pero sin reservar hoteles ni nada, lo que él quería hacer era ir con el coche de un pueblo a otro y sitio que le gustase sitio donde miraría un hotel o pensión y que allí se quedaba todo lo que quisiera.
La verdad que es una manera de ver unas vacaciones diferentes a lo que yo estoy acostumbrada, y que me da envidia. Normalmente siempre que nos vamos de vacaciones lo llevamos todo planeado desde antes, que hotel coger, que sitios visitar… Por eso me sorprendió la historia cuando mi compañera me la contó, y os digo una cosa, yo voy a hacer eso alguna vez, eso sí, la economía familiar me lo tendrá que permitir, pero bueno.
Bueno pues esta ha sido la historia de esta semana, recordar que estamos abiertos a sugerencias acerca de temas a tratar y/o anécdotas a contar.