Hola a tod@s de nuevo, como podéis leer lo prometido es deuda y aquí me tenéis de nuevo.
Seguro que todos habéis leído en el periódico que han aumentado los robos en viviendas, trasteros e incluso en la calle, con el famoso timo del abrazo. Pues bien, mucha gente se piensa que nuestro negocio ha crecido junto con éstos y que somos algo que propicia que siga habiendo este tipo de hurtos.
Pues bien, lo siento, pero quien piense eso no tiene ni idea. Porque tanto el negocio de la compra venta de oro como el de la segunda mano (meto los dos en el mismo saco, porque los dos somos los que nos llevamos la mala fama) son negocios que colaboran estrechamente con la policía, y además somos los primeros interesados en que no nos vendan cosas de procedencia sospechosa.
Os voy a contar el por qué de este tema en el blog, pues resulta que uno de la cuadrilla de mi marido se ha echado pareja nueva, y el otro día cenando me preguntó a ver de qué trabajaba y al decirle que en un compro oro, la chica se me puso como una energúmena diciéndome que la culpa del aumento de los robos era por este tipo de negocios. Pues bien, a raíz de aquella discusión decidí escribir este blog, porque no me puedo creer que en pleno siglo XXI siga existiendo tanta ignorancia entre la gente.
Los negocios de compra venta serios como el nuestro tienen una colaboración con la policía que ya les gustaría a muchos tener. SI yo veo que un colgante que me trae una clienta tiene una grabación que no me cuadre, yo lo echo para atrás, y si me viene un jovencito a venderme cosas de mujer mucho menos. ¿Es eso fomentar los robos? ¡No, señores míos!
Está claro que ha habido mucho negocio de oro que con la crisis ha abierto, y que en menos de un año han cerrado sus puertas, bien por no ser profesionales en su trabajo o bien o porque la policía les ha pillado en algún chanchullo.
Bueno, voy a tranquilizarme un poco porque con este tipo de ignorantes me pongo negra. Menos mal que hay gente con dos dedos de frente que entiende este negocio y que ve lo transparente que es, y que al fin y al cabo es igual que una pescadería o una tienda de ropa. Si quieres merluza y sólo te puedo dar panga, la decisión de cogerla es siempre tuya, pues aquí lo mismo.
Bueno, la semana que viene vendré cargada de buenas anécdotas, y espero que como hasta ahora sigáis apoyándonos en facebook y en el blog, ya que hace ilusión ver que la gente lee nuestro trabajo.