Es una cuestión cultural: las joyas en nuestra cultura implican ciertos valores como belleza, poder, elegancia, alto nivel socioeconómico.
Recuerdas a aquella atleta en los Juegos Olímpicos? una mujer de nombre Yelena. Ganó la medalla de oro gracias a su salto con garrocha, apenas brincó, comenzó a llorar y corrió hacia su vestidor. No pasaron más de diez minutos entre que se vio que era la ganadora y se solicitó su presencia para premiarla. Cuando ella entró lo hizo con unos aretes enormes, dos anillos y un collar. Necesitaba mostrarse lo mejor que pudiera en ese momento y aprovechó los elementos que tenía, a través de ellos se mostró como una mujer exitosa y elegante, atractiva y deportista: fueron símbolos de todas estas condiciones. Las celebrities siempre las eligen como complemento para llevar a las fiestas, presentaciones, galas y eventos importantes.
Por supuesto, esto es una explicación muy general, porque las mujeres pueden sentirse atraídas por las joyas por motivos mucho más personales: vivieron su infancia rodeadas de ellas porque eran hijas de joyeros y les recuerdan cuando eran niñas, las coleccionan porque les gustan o simplemente les llaman la atención sus figuras y brillos. Sin embargo, podemos asumir que buena parte del atractivo de las joyas radica en una cuestión cultural y hay mucha gente que piensa que las joyas realzan la belleza natural y que son el complemento perfecto para llevar tanto en hombres como en mujeres y por eso las joyas de oro y plata son tan demandadas hoy en día. Tras una encuesta que se ha hecho recientemente los jóvenes eligen las joyas de plata para llevar como complemento mientras que las personas mayores eligen las joyas de oro aunque como pasa siempre todo depende de los gustos de cada persona y de lo que elijas para llevar como complemento para cada ocasión o acontecimiento importante.